Sandbox de movilidad. Experimento lleno de riesgos

SANDBOX DE MOVILIDAD EN VILLAVERDE.

UN EXPERIMENTO LLENO DE RIESGOS PARA LOS CIUDADANOS DEL SUR.

El Ayuntamiento de Madrid ha anunciado un proyecto para Villaverde: Sandbox de movilidad. Lo ha presentado el Área de Innovación junto a empresas privadas con la participación de Delivery y Glovo.

Para eso ha aprobado hace unos días desarrollar una nueva ordenanza para poner a prueba, en un entorno real, el uso de vehículos autónomos (sin conductor) robots y drones. Acotando una zona de 20 km2 y ensayo con población real, antes de implantarlo en la ciudad masivamente.

La propaganda municipal vende que este espacio de pruebas sería el tercero del mundo (hay uno en San Francisco y otro en Singapur), Villaverde sería el mayor de todos y único en Europa. Serviría para hacer atractivo Villaverde a las empresas, regeneraría barrios y creará 5.000 puestos de trabajo y 300 millones de € en inversión.

Nada nuevo en la retórica con la que el gobierno municipal recubre todas sus actuaciones: “ponerse en el mapa”, batir récords y una lluvia inversiones y de puestos de trabajo que todas sus propuestas llevan consigo Es difícil comprender en este contexto por qué hay tanto paro.

Pero en realidad, tanta palabrería no dice que se trata de un ensayo mixto de entrega robótica de servicios a domicilio automatizada, en la llamada última milla, para plataformas logísticas, y con bajo coste. Si nos cruzamos con un robot por las aceras (a paso de peatón, dicen) llevando comidas a los domicilios o la compra del super, si unos drones sobrevuelan el espacio aéreo de los balcones y las ventanas con encargos, o vemos rodar por las calles coches sin conductor, (esperando que sepa qué hacer) no es que a Villaverde haya llegado la innovación del futuro, es que se ha convertido en un campo de experimentación.

Cabe preguntarse si la utilización del distrito de Villaverde para este ensayo, de cuyos riesgos debiera hacerse partícipe a los ciudadanos afectados, es realmente para “ponerlo en el mapa” o porque se supone que la periferia, y en este caso Villaverde, es el lugar idóneo para experimentos molestos y potencialmente peligrosos.

El ensayo supone nuevamente poner los bienes comunes, el espacio público y hasta los propios vecinos al servicio de los intereses privados de unas pocas compañías en una aberrante supeditación del gobierno municipal al interés privado. Este experimento tiene unas externalidades negativas que recaen en los vecinos.

El asunto de las inversiones y la creación de empleo es, además de un lugar común, irrisorio en este caso. Seguramente esta tecnología llevará aparejada inversiones, pero no todas las inversiones son “positivas” para la ciudad y menos aún para la población de los distritos periféricos. Y lo mismo cabe decir del empleo. Al margen de que nunca se explicitan los métodos con que se calcula el impacto en el empleo, éste debe ser analizado desde Villaverde en términos de balance y composición de la fuerza de trabajo implicada, para evaluar el posible impacto positivo o negativo para el distrito. Pero esto jamás se hace desde el gobierno municipal.

En resumen, nos tememos que este experimento trae costes, cargas, para los vecinos y ningún beneficio.

Estas incertidumbres deberían ser despejadas antes de emprender ninguna actuación, de forma que reclamamos:

no todas las inversiones son “positivas” para la ciudad y menos aún para la población de los distritos periféricos. Y lo mismo cabe decir del empleo. Al margen de que nunca se explicitan los métodos con que se calcula el impacto en el empleo, éste debe ser analizado desde Villaverde en términos de balance y composición de la fuerza de trabajo implicada, para evaluar el posible impacto positivo o negativo para el distrito. Pero esto jamás se hace desde el gobierno municipal.

En resumen, nos tememos que este experimento trae costes, cargas, para los vecinos y ningún beneficio.

Estas incertidumbres deberían ser despejadas antes de emprender ninguna actuación, de forma que reclamamos:

a) una campaña informativa entre los vecinos del área afectada y adyacentes, y reuniones con los vecinos en las que  se informe de forma clara y precisa sobre las condiciones y riesgos del experimento.

b) realización de una consulta entre los vecinos afectados para que manifiesten su posición sobre la iniciativa.

La experiencia del sandbox en California ya plantea la necesidad de hacer convivir a los vecinos con estas actividades con garantías y sin riesgos para ellos.

Democratizar el desarrollo, como anuncia el Ayuntamiento, significa tener en cuenta las necesidades y demandas de los territorios, justo lo que falta.

Plataforma Motor Nave Boetticher                                                                                                                                Madrid, 17 de febrero 2023

 

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